Ya comentábamos en el artículo “Economía circular: el fin del usar y tirar” la clara apuesta de la Unión Europea por modelos que cambien la percepción que existe sobre el residuo, pensar en él no como un problema sino como un recurso.
Prueba de ello la encontramos en el Informe del Parlamento Europeo elaborado por el European Parliamentary Research Service (EPRS) publicado en el mes de septiembre. Un informe que pone de manifiesto la importancia de la cooperación entre el sector de la basura, las empresas de reciclaje y la ayuda ciudadana a través de una infraestructura integrada que vaya desde un nivel municipal hasta la Unión Europea.
En este informe se analizan cinco flujos de residuos identificados en el Plan de Acción de Economía Circular de la UE: residuos municipales, residuos de envases, residuos de alimentos, desechos biológicos y materias primas críticas. Se observan y comparan tendencias en distintos estados miembros, así como el desarrollo de políticas y tecnologías, y se estudian casos concretos de experiencias reales en distintos estados.